"Casa Asia Film Week se estrena con 30 películas y una retrospectiva de Ann Hui"
Europa Press | BarcelonaEl festival Casa Asia Film Week (CAFW), que celebra su primera edición entre a partir de este lunes en los cines Girona de Barcelona, proyectará 30 películas de directores como Chao-Bin Su, Dante Lam y Li Yo, y dedicará una retrospectiva a la cineasta Ann Hui.
Tras la desaparición el año pasado del Festival de Cinema Asiàtic de Barcelona (BAFF), que llevaba 12 años realizándose, el CAFW toma el relevo para convertirse en un referente de la ciudad y difundir la cinematografía producida en el continente asiático.
Para ello, han programado un festival estructurado en dos partes: el 'Portal Asia' (entre este lunes y este miércoles en la Casa Asia), que contará con actividades culturales y proyecciones de documentales sobre cine español hecho en Asia; y el festival CAFW (entre este jueves y este domingo), con las proyecciones de las películas en los cines Girona.
Las cintas se dividirán en la Sección Oficial, en la que compiten 11 películas; la Sección Panorama, que recogerá las mejores producciones asiáticas de los últimos dos años, y la ya nombrada retrospectiva a Ann Hui, así como sesiones especiales que se concretan con el preestreno de la película china 'Confucio' -interpretada por Chow Yun-Fat y dirigida por Hu Mei- y la proyección en homenaje a Japón de la superproducción 'Space Battleship Yamato', de Takashi Yamakazi.
Otra de las propuestas que podrán verse son el cortometraje 'Miantiao (Abierto las 24 horas)', de Xavi Campreciós; el documental 'Cambodja, 30 anys esperant justícia', de Josep Vidal; las películas 'Reign of assassins', de Chao-Bin Su, y 'The stool pigeon', de Dante Lan, que inaugurarán y clausurarán el festival, respectivamente.
Fuente: ElMundo
URL del artículo: http://www.elmundo.es/elmundo/2011/06/06/barcelona/1307342456.html
"Tony Leblanc: «He trabajado hasta agotarme»"
Protagoniza «Los económicamente débiles»
AMILIBIA
La verdad es que Tony Leblanc (89 años recién cumplidos) no recuerda muchas cosas de la película «Los económicamente débiles», que rodó en 1960, dirigido por Pedro Lazaga. Y no es por la edad: es que han pasado muchos años y muchas películas por la vida de esta leyenda del cine y el teatro español cuya excepcionalidad alcanza hasta el hecho de haber nacido en el Museo del Prado. «Debería haber sido pintor», me dice. Recuerda, eso sí, que el principio de la película era muy bueno, «con mucho suspense, porque unos misteriosos señores, con pinta de gánsters, hablan de un tipo que va a venir a solucionarlo todo, y el que llega soy yo para entrenar al equipo de fútbol local».
-El equipo se llama Casa Mata y está en segunda regional. No sé si haría buen papel como entrenador de fútbol.
-Yo tampoco, pero me adapto. Soy el más veterano y polifacético actor de este país: soy músico, bailarín, actor, he bailado claqué, he boxeado, he jugado al fútbol, he dirigido revistas y cine, he hecho radio y mucha televisión, he sido promotor de boxeo, he escrito canciones, teatro...
De 1960 recuerda que él y su mujer, Isabel, se arruinaron al organizar dos campeonatos de Europa de boxeo en una misma velada. «Perdimos 780.000 pesetas; todo lo que teníamos ahorrado».
-El título, «Los económicamente débiles», parece que ni pintado para estos tiempos de crisis...
-Sí. Yo no hablo de política nunca. Empecé a trabajar en una dictadura y seguí trabajando en una democracia. He trabajado con todos y todos me han querido. No diré nunca si quiero más a la derecha o a la izquierda.
-Hablábamos de la crisis, Tony.
-Bueno, la crisis vino de América, como todos saben, y al venir de tan lejos, Zapatero no la reconoció al principio. Lo que me hace gracia es que ahora Rubalcaba dice que él lo va a arreglar todo. Coño, si llevas un montón de años de vicepresidente, ¿por qué no le has dicho antes al presidente cómo se arregla esto?
Los 60, 70 y 80 fueron para Tony una auténtica locura laboral. Me cuenta que precisamente en los 60 estaba haciendo en Barcelona, en el teatro, «Ven y ven al Eslava», con Concha Velasco. Dos funciones diarias. «Y cuando terminaba en el teatro me iba al cabaret Río a tocar la guitarra y contar cosas; entonces me surgió el rodaje de “La fiel infantería”, en Lérida. Así que todos los días me hacía 190 kilómetros me vestía de soldado, rodaba, y volvía a coger el coche para llegar a tiempo al teatro. Los médicos decían que me estaba suicidando, y es que tomaba siete cafés solos y cargados todos los días, con siete cafiaspirinas, para no quedarme dormido; esto resume mi vida».
-Y así llegan luego los infartos...
-He sufrido dos, y antes fue el accidente. Me han hecho 39 operaciones. Y aguanto. Me llaman para hacer cosas, pero no me encuentro bien. Eso sí: no tengo ni una arruga en la cara. Los médicos no se creen lo mío. Cuando nací, no lloré hasta los tres días. Sonreía. Ahí está la clave. He trabajado como un tonto hasta el agotamiento, trabajé hasta el día de la muerte de mis padres, pero he sido muy feliz: he dado educación a mis ocho hijos e Isabel sigue a mi lado. No me quejo de nada.
-¿Tiene algo pendiente?
-Sólo repetir todo lo que he hecho regular, un 50 por ciento, para hacerlo mejor. Sólo eso.
-El equipo se llama Casa Mata y está en segunda regional. No sé si haría buen papel como entrenador de fútbol.
-Yo tampoco, pero me adapto. Soy el más veterano y polifacético actor de este país: soy músico, bailarín, actor, he bailado claqué, he boxeado, he jugado al fútbol, he dirigido revistas y cine, he hecho radio y mucha televisión, he sido promotor de boxeo, he escrito canciones, teatro...
De 1960 recuerda que él y su mujer, Isabel, se arruinaron al organizar dos campeonatos de Europa de boxeo en una misma velada. «Perdimos 780.000 pesetas; todo lo que teníamos ahorrado».
-El título, «Los económicamente débiles», parece que ni pintado para estos tiempos de crisis...
-Sí. Yo no hablo de política nunca. Empecé a trabajar en una dictadura y seguí trabajando en una democracia. He trabajado con todos y todos me han querido. No diré nunca si quiero más a la derecha o a la izquierda.
-Hablábamos de la crisis, Tony.
-Bueno, la crisis vino de América, como todos saben, y al venir de tan lejos, Zapatero no la reconoció al principio. Lo que me hace gracia es que ahora Rubalcaba dice que él lo va a arreglar todo. Coño, si llevas un montón de años de vicepresidente, ¿por qué no le has dicho antes al presidente cómo se arregla esto?
Los 60, 70 y 80 fueron para Tony una auténtica locura laboral. Me cuenta que precisamente en los 60 estaba haciendo en Barcelona, en el teatro, «Ven y ven al Eslava», con Concha Velasco. Dos funciones diarias. «Y cuando terminaba en el teatro me iba al cabaret Río a tocar la guitarra y contar cosas; entonces me surgió el rodaje de “La fiel infantería”, en Lérida. Así que todos los días me hacía 190 kilómetros me vestía de soldado, rodaba, y volvía a coger el coche para llegar a tiempo al teatro. Los médicos decían que me estaba suicidando, y es que tomaba siete cafés solos y cargados todos los días, con siete cafiaspirinas, para no quedarme dormido; esto resume mi vida».
-Y así llegan luego los infartos...
-He sufrido dos, y antes fue el accidente. Me han hecho 39 operaciones. Y aguanto. Me llaman para hacer cosas, pero no me encuentro bien. Eso sí: no tengo ni una arruga en la cara. Los médicos no se creen lo mío. Cuando nací, no lloré hasta los tres días. Sonreía. Ahí está la clave. He trabajado como un tonto hasta el agotamiento, trabajé hasta el día de la muerte de mis padres, pero he sido muy feliz: he dado educación a mis ocho hijos e Isabel sigue a mi lado. No me quejo de nada.
-¿Tiene algo pendiente?
-Sólo repetir todo lo que he hecho regular, un 50 por ciento, para hacerlo mejor. Sólo eso.
Fuente: LaRazón
"Fassbender, el secreto mejor guardado de 'X-men'"
Su interpretación de Magneto lanza la carrera del actor
ROCÍO AYUSO - Los Ángeles"Michael Fassbender es el nuevo Bond". Así lo afirma Matthew Vaughn, director de X-men: primera generación, sin importarle que el actor nacido en Alemania con sangre irlandesa y porte británico encarne bajo sus órdenes a un joven Magneto en la película sobre el origen de La Patrulla X. Vaughn conoce el carisma de un buen Bond: por algo trabajó con Daniel Craig antes de que le cayera 007. "Tengo suerte y soy perseverante", afirma el intérprete de 34 años, a la vez que se golpea el pecho entre modesto y luchador.
Por ahora Craig no tiene de qué temer pero es un buen momento para ser Fassbender. Hasta Hunger (2007), de Steve McQueen -filme inédito en España-, era un perfecto desconocido que había hecho todo tipo de trabajos y al que confundían con algún pariente perdido del realizador alemán Rainer W. Fassbinder. Sin embargo, en los últimos cinco años ha pasado de nuevo descubrimiento del cine indie a amigo de Quentin Tarantino (era el del bigote a lo Errol Flynn en Malditos bastardos), a aparecer en Centurión y Fish tank, y a formar parte del Hollywood de verano con el papel más sabroso de los X-men. Una carrera muy estilo Viggo Mortensen, poco conocido hasta que entró en el El señor de los anillos. El siguiente trabajo de Fassbender será Prometheus, la secuela / precuela de Alien de la que nadie quiere hablar y que le ha puesto bajo las órdenes de Ridley Scott. "No es que no te quiera contar. Es que me cortan la cabeza. El rodaje es una clase maestra, Scott es una leyenda y voy a formar parte de esa leyenda".
El británico no esconde que su primera pasión fue la música, pero ese talento nunca acompañó a este hijo de un chef alemán y de madre irlandesa. "No sobresalía en nada. Soy lento leyendo, me gusta la arquitectura aunque fracasé en los exámenes técnicos y pensé en ser corresponsal de guerra". La oportunidad llegó con Hunger y su encarnación del preso del IRA Bobby Sands durante la huelga de hambre de 1981. Y de ahí a Hollywood. "Pillé el momento adecuado porque tal y como está la industria es un acto de fe contratar a un desconocido para un papel protagonista". Por muchas flores que le eche ahora, Matthew Vaughn tuvo sus dudas y sometió a Fassbender a una prueba de rodaje. "Lo que mejor funciona es ir lo más relajado posible. Y saber respirar", aconseja. Fichado.
Fassbender sigue fiel al realizador británico Steve McQueen, y repetirá con él en Shame. "Cambió mi vida con Hunger y por Steve estoy dispuesto a hacer lo que sea. Es un genio". Ahora sufre en sus carnes la fama y la persecución de los paparazis porque sale con la hija de Lenny Kravitz y Lisa Bonet, Zoe Kravitz, compañera de reparto en X-men. "No me acosan tanto. Yo no cuento con ese tipo de admiración. Eso lo dejo para Brad Pitt o Robert Pattinson. Por suerte los que me buscan son los grandes realizadores y con eso me doy por más que satisfecho".
Fuente: ElPaís
URL del artículo: http://www.elpais.com/articulo/cine/Fassbender/secreto/mejor/guardado/X-men/elpepuculcin/20110603elpepicin_11/Tes
"Bogart, ese inextinguible planeta"
CARLOS BOYEROSabiendo de mi amor incondicional a un actor, personaje, símbolo, aroma, estilo o lo que fuera aquella personalidad irrepetible que respondía al nombre de Humphrey Bogart, me regalan la última biografía que ha aparecido sobre ese justificado mito. La firma Stefan Kanter y la consumo de un tirón entre un viaje de ida y vuelta en el tren, en ese ambiente tan ancestralmente adecuado para el placer de leer, rodeado de gente que teclea incansablemente en sus ordenadores, que al parecer compagina con desarmante naturalidad los viajes con el trabajo, sin tiempo ni ganas para algo tan superfluo como observar el paisaje o las musarañas. Pero la narrativa que utiliza Stefan Kanter no está ni de lejos a la altura estética del biografiado. Posee un tono tan correcto como académico. Tampoco desvela cosas nuevas sobre ese príncipe del existencialismo. Describe con estilo monótono y tibio las luces y sombras de un individuo demasiado complejo. Tira de archivo, recurre a la socorrida hemeroteca al haber desaparecido casi toda la gente que trató a Bogart, todo suena a ya visto, leído y oído para cualquier iniciado en la fascinación hacia aquella personalidad singular, hacia un hombre que se despide de este mundo a los 57 años, una edad milagrosa para alguien umbilical y vocacionalmente unido desde la adolescencia a una copa en la mano y un cigarrillo en la boca. Y por supuesto, también fumaba y bebía con infinita clase, haciendo un arte de gestos tan repetidos y aparentemente triviales.El esplendor del chulo con causa más hipnótico, duro, inquietante y conmovedor de la historia del cine (y no me olvido de los sublimes Cagney y Robinson, que aún eran más pequeñitos y feos que Bogart) ocurre en la década de los cuarenta, pero será renovable en cualquier época, algo que jamás perderá el encanto para el paladar cinéfilo de generaciones que no habían nacido cuando este hombre la palmó. Tuvo la fortuna de que escribieran para él diálogos prodigiosos, de que el mejor blanco y negro se enamorara perdurablemente de su machacado y expresivo rostro, de que algunos de los mejores directores que ha dado el cine le consideraran el transmisor ideal de su universo, de que los personajes más atractivos, arrogantes, dignos, turbios, mordaces, amargos, bordes, individualistas, torturados, complejos y sombríos se sintieran felices de que Bogart se metiera en su piel y en sus emociones sin renunciar a ser él mismo, otorgándoles profundidad, ritmo, matices y verdad. Pero incluso cuando interpreta a caricaturas, cuando le obligan a repetir y habitar frases y lugares comunes, los guiones son tópicos o enfáticos, desvaída la intriga y todo huele a decorado, siempre existe un momento en el que este tipo te ofrece algo auténtico y que merece la pena. Verle y escucharle siempre justifica el precio de la entrada. Es más que un actor, es un género, una forma de ser y de estar, de andar por la vida, de resistencia, de permanente mosqueo ante la autoridad.
Cuentan que en la vida real podía ser tan querible como insoportable, que más de una vez le partieron la cara con razón, que empezó tirandose el rollo contra los cazadores de brujas pero que reculó a toda prisa declarando que los subversivos solo habían querido manipularle y utilizarle cuando vio las orejas del lobo, que los grandes estudios podían enviarle al destierro. Cuentan que era muy lúcida la paradójica descripción que hizo de su reverso tenebroso y de su alcoholismo el hostelero Dave Chasen: "Bogie es un tipo encantador hasta las once y media de la noche. A partir de ahí no le aguanta ni Dios. Se cree que es Humphrey Bogart". Cuentan que Billy Wilder le espetó durante el problemático rodaje de Sabrina: "Examino tu fea cara, Bogie. Miro los valles, las grietas y los hoyos de tu fea cara, y sé que en alguna parte bajo esa asquerosa cara de mierda... Hay mierda". Cuentan que dividía al género humano entre "profesionales" y "vagos", y que respetaba tanto a los primeros como despreciaba a los segundos. Cuentan que despertaba tantos amores como odios. Cuentan que después de una existencia abrupta, de una relación complicada con la vida, fue razonablemente feliz con Lauren Bacall, sus amigos y su barco.
A mí, Bogart me parece una de las cosas más hermosas que le han ocurrido al cine. Mi ya difunto amigo Manolo Marinero escribió un penetrante, lírico, maravilloso libro sobre Bogart. También hablaba con lenguaje y sentimiento imperecederos de las personas y las cosas, la esencia del cine, la gente fronteriza, aquellos cuyo camino jamás fue protegido por una estrella, de sí mismo. Me urge releerlo. Y vover a ver en programa doble Casablanca y En un lugar solitario.
Fuente: ElPaís
URL del artículo: http://www.elpais.com/articulo/cine/Bogart/inextinguible/planeta/elpepucin/20110603elpepicin_3/Tes
"La resaca más descomunal de la historia"
'Resacón en Las Vegas 2: Ahora en Tailandia' revienta la taquilla en medio mundo
TONI GARCÍA - Barcelona
Fuente: ElPaís
URL del artículo: http://www.elpais.com/articulo/cultura/resaca/descomunal/historia/elpepucul/20110603elpepucul_4/Tes
Fuente: Público
Más en URL del artículo: http://www.publico.es/culturas/380190/cine-de-vanguardia-desde-la-periferia
Ni los varapalos de la crítica, ni la denuncia del tatuador de Mike Thyson que por unos días (eternos) tuvo en vilo a Warner Bros. Ni siquiera el pesimismo de algunos analistas ha podido suavizar la resaca más grande de la historia: 95 millones de euros en cinco días a nivel local y más de 140 en todo el mundo.
Esos son los números de Resacón en Las Vegas 2: Ahora en Tailandia, que ha reventado la taquilla estadounidense sin ningún tipo de complejo repitiendo (al dedillo) la misma formula que tan bien le funcionó en 2009 y que la convirtió en carne de secuela instantánea.
Esta vez Todd Philips, el director, y el reparto en pleno, se van a repartir un pastel que va desde el 10% de la taquilla en el caso del realizador al 4% de la misma para los actores. Son los números de la comedia más gigantesca de la historia del cine estadounidense, teniendo además en cuenta que la película estaba calificada como Restricted (Restringida) lo que la aleja de parte de su público potencial (los adolescentes).
Resacón 2 explota el mismo filón abierto por su hermana mayor: un grupo de cafres en una despedida de soltero que se cuenta como un episodio de amnesia colectiva en la que los protagonistas van añadiendo piezas a un puzzle borroso, aderezado -por supuesto- con un tutiplén de drogas y alcohol. Esta vez los chalados favoritos de América se van a Tailandia y la celebración (aunque no tenga tigres, bebés o a Mike Tyson) se complica aún más que en Las Vegas.
No hay mucho más en el pastel, solamente la formula verborreica e (híper)acelerada que tan buenos resultados les dio en el original. La crítica se ha aburrido horrores con la propuesta pero al público -ya se sabe- le ha dado igual y Warner (que había puesto más dinero en el asunto, entre otras cosas para una avasalladora campaña de marketing) ya ha anunciado una tercera entrega que los rumores apuntan se rodará en Amsterdam, una ciudad que -a priori- se presta a una juerga en condiciones.
Por el camino se ha perdido la deliciosa frescura de la propuesta primigenia, una comedia de epílogo genial que reinventaba el género sin complejos. Ahora -eso sí- nace una franquicia millonaria que amenaza con regalarnos más resaca de la humanamente aconsejable. Y eso sin ni siquiera haber bebido.
Fuente: ElPaís
URL del artículo: http://www.elpais.com/articulo/cultura/resaca/descomunal/historia/elpepucul/20110603elpepucul_4/Tes
"Cine de vanguardia desde la periferia"
Una antigua cárcel de A Coruña acoge la (S8) Mostra de Cine Periférico
Haciéndose a un lado del ruido del centro, uno puede girar la mirada a la periferia y encontrarse que allí la vida no para de crecer. El cine tampoco. A las afueras de las películas más convencionales, de la industria, de los formatos en uso y de la manera habitual de contar y ver historias, una multitud de artistas cultivan un cine nuevo. Alejados del cine comercial, que tiene como último símbolo al ‘Avatar', de James Cameron, los hay que prefieren mirar a los orígenes del cine para crear. O los que quieren hacer de la proyección una performance activa y extender así las fronteras de lo que es y puede ser una película. Ambas cosas hace la cineasta Zoe Beloff con sus películas en 3-D artesanal, en las que convoca el ilusionismo del cine y ejecuta sesiones de cine performance, que la convierten en una suerte de médium del cinematógrafo.
La artista escocesa afincada en Nueva York está convocando estos días a los fantasmas del cine primitivo en la (S8) Mostra de Cine Periférico, que se celebra desde el jueves 2 de junio en otro lugar al margen: una antigua cárcel provincial en A Coruña. Allí la artista, colaboradora de John Cage entre otros, comparte espacio entre rejas con otros mitos del cine de vanguardia americano, como Nathaniel Dorsky y Phil Solomon, otros dos exploradores de viejos formatos y de una cierta espiritualidad cinematográfica. De hecho, los tres forman parte de un ciclo que bajo el nombre de ‘El cielo en la Tierra' estará también en la Casa Encendida de Madrid para enseñarnos un cine que explora la inmaterialidad y el misterio a través del celuloide.
Fuente: Público
Más en URL del artículo: http://www.publico.es/culturas/380190/cine-de-vanguardia-desde-la-periferia
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